Desde hace más de cinco años estoy enganchado a la bicicleta de carretera.
Desde pequeño en el pueblo veíamos las gestas de Induráin para luego salir con la bicicleta y hacer nuestras propias etapas de la Vuelta a Pajares de los Oteros.
La bici me da todo, empezando por amistades estupendas, paisajes idílicos, risas, compañerismo y también sufrimiento y esfuerzo. Podría identificar mi vida con algún punto relacionado con el ciclismo.
La temporada está acabando ya, hemos conocido parajes nuevos en Orense y en Pirineos. Hemos repetido experiencias en Asturias y hemos disfrutado cada pedalada con un punto de mira en el próximo año.