Viendo en el come y calle diferentes bailes de urban dance siento envidia del dominio del cuerpo que tienen los bailarines.
Desde aquí asumo mi completa inutilidad para el ritmo y me sorprendo de la energía que desprenden con movimientos corporales.
Lo más tradicional: el baile, el movimiento, las señas, sigue funcionando entre nuestra especie después de 3 millones de años estando por aquí.